Hace unos días el mar me regalo un hermoso caracol naranja,
sabía que guardaba un mensaje para mi,
aunque en el momento no lo supe interpretar,
lo contemple a más no poder,
valorando cada detalle de su perfecta silueta.
Oh sorpresa cuando hoy finalmente recibí el mensaje,
tan cristalino como las aguas de Playa Blanca,
donde con un tropezón me fue revelado.
Sin embargo, la transmisión fue posible por una unión,
una labradorita, el lado oculto de la luna,
y el caracol, fruto de mi gran amor el mar.
Así llegó en una meditación:
"Amar viene del mar, como tu amor el mar,
a la mar vamos para amar la vida, la existencia,
el mar enseña que el amor es una decisión, es un estilo de vida,
es amarte ilimitadamente antes de darte,
porque si no te amas ¿quién más podrá amarte?
amar es un compromiso libre,
libre en el sentido de que eliges a quién amar y cómo hacerlo,
amas la vida, amas la naturaleza, amas a tu familia, amas a tus amistades,
amas a los animales, a las plantas y a todos los seres sintientes,
también eliges si amas a una persona como pareja...
Sin embargo, también existe la ley de la correspondencia,
como es arriba es abajo, como es adentro es afuera,
.... ¿entonces?....
hay polos complementarios correspondientes,
aunque resulte inverosímil, la dinámica fluye sólo si ambas partes hacen lo suyo,
no vale llevar a cuestas, no vale rogar por merecimiento ni mucho menos por un sentimiento,
todo nace del pensamiento, se origina el sentimiento y brota una manifestación o acción.
A cada instante la Naturaleza emana agradecimiento con quienes cuidan de ella dando fruto a su siembra y cuidados, así mismo somos lo que sembramos recogiendo lo impreso en la intención que colocamos en esa primera acción.
Amar es ir a la mar a bañarse en el mar,
es llamar al abuelo océano para preguntar lo que emana el alma al estar en el agua de mar".
Autoría: Sylvanna Cassalins @scassalins #BajoElMantoDeLaPachamama #LaEsenciaDeDiosEnLaPachamama