Luego de unir cada fragmento de su corazón encontró en el trabajo y el ocio la distracción perfecta para blindar su corazón.
Magno error que se creyó.
Sin previo aviso sucumbió ante las mieles de coco y piña que ambientaron una pasión.
Él derribó sus muros , prejuicios y miedos al insistirle con determinación fluir tomados de la mano hasta que dure su amor.
Tan eterno como fugaz, impregnaron su esencia una y otra vez bajo las estrellas vivaces que celebraron la unión de los amantes.
Por: Sylvanna Cassalins
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