Atardecer Carmesí
Me perdí en el atardecer carmesí a una semana de abril
el aroma de café tostado me recuerda su fragancia varonil,
aquellas notas de chocolate, canela y jazmín me recuerdan su beso- mordisco sutil.
Al conocernos convertimos la tarde gris en un apasionado frenesí carmesí,
llegado abril no podíamos desprendernos de aquellos encuentros sin fin.
Espontáneos y fogosos, devoramos nuestros cuerpos al unísono del suspiro melodioso.
Los mejores crepúsculos ambarinos se gestaban en la terraza del pino,
esa casa azul marino de dos pisos, frente al mar cristalino, fue la única testigo
de la complicidad que surgió entre dos amigos que manifestaban su amor en cada puesta del sol, después de una taza de café fresco la poesía brotaba de su interior,
si era pasión o admiración nadie se lo preguntó,
sólo notaron lo hermoso que tenían cuando todo acabó.
Por: Sylvanna Cassalins
@sylcassalins
#BajoElMantoDeLaPachamama
#LaEsenciaDeDiosEnLaPachamama
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